Ecología Digital

miércoles, 30 de julio de 2008

La Sociedad de la Información en la que vivimos actualmente supone varios peligros, entre ellos la posibilidad de que mayor información no signifique, necesariamente, mayor conocimiento para la sociedad en su conjunto.

El exceso de información, y el uso que se le da a la información existente, no contribuyen siempre a desarrollar un pensamiento crítico en el receptor, sino que provoca la confusión y, al final del día, lo que se conoce como infoxificación.

Este es un término acuñado por Alfons Cornella para describir el estado del hombre moderno ante la sobrecarga intelectual producida por el exceso de información.

La producción de información es extraordinariamente mayor a la capacidad que tiene la sociedad para absorberla.

Por ello, hay que ser conscientes de que si la información no se procesa no tiene valor alguno.

El retomar información completa y textual de otros sitios para usarlos, por ejemplo, en nuestro blog, pierde esencia si no la acompañamos de otros elementos que busquen que el lector se forme su propia opinión.

En el caso de los blogs políticos, sería importante siempre ofrecerle al lector nuestra opinión sobre los hechos con el objetivo de provocar un debate de ideas que, al final, abone a la comprensión de los temas y a la formación de criterios.

En esa medida, estaremos construyendo una ecología digital que busque un mejor uso de las herramientas tecnológicas de comunicación y, sobre todo, de la información que encontramos y publicamos en internet.

Les recomiendo:

2 Comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Edgar, estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. De qué nos sirve tener un mundo de información sino la procesamos. Por ejemplo, cuando leemos y sólo pasamos la mirada por el texto pero no lo entendemos o si nos preguntan no sabemos ni siquiera que leímos.
Tienes mucha razón.
María Elena Álvarez

Violeta Lagunes dijo...

Bueno Edgar, yo también ya entré a tu blog, aunque ya sabes cuál va a ser mi comentario: que siempre aprendo mucho de tí.
Un abraso.

Violeta Lagunes