El estudio de Twitter 2011 y las matemáticas de @gpbolde

lunes, 7 de marzo de 2011

El estudio sobre Twitter que por tercera ocasión lleva a cabo @gpbolde, con el respaldo y anuencia de dudosas empresas “dedicadas” a, supongo, la comunicación digital (incluida la que representa él mismo) tiene, nuevamente, cuestionamientos sobre su metodología y la forma en que “su” herramienta captura, procesa y analiza la información (que por otro lado nadie conoce ni él explica).

En el pasado, Guillermo ha ofrecido algunas explicaciones (en mi opinión nunca convincentes) defendiendo dicha metodología. Las dudas seguirán, pero me parece respetable que, cada quien, dé la cara y ofrezca sus opiniones y cifras.

El problema viene cuando nos dejamos llevar y perdemos el sentido de análisis sobre los datos. El boom de las redes sociales nos ciega y queremos creer en cualquier dato, cierto o no, que nos exponga alguien mediamente metido en el tema. Es patético.

En la lámina dos del estudio de @gpbolde, asegura que el 7.4 por ciento de los usuarios de internet está en Twitter. Falso.

Lo que hizo Guillermo, quien con todo respeto creo que faltó a muchas de sus clases de matemáticas en la primaria, fue dividir el total de usuarios en internet según el estudio de AMIPCI de 2010 (30,600,000) entre el total de cuentas de mexicanos en Twitter (4,103,200, según él) lo que le da el 7.4 de “usuarios de internet que estén en Twitter”.

El porcentaje correcto según los números que ofrece Guillermo sería de 13.4 por ciento, haciendo una simple regla de tres que enseñaron en la primaria el día que este amigo se enfermó de gripa.

Pero en todo caso, la mentira de Guillermo es hacer creer a sus posibles clientes que el mayor número de usuarios posibles está en Twitter, para lo cual no saber hacer una regla de tres le jugó en contra.

Si hubiera hecho bien la cuenta podría haber vendido la falacia de que 13.4 por ciento de internautas están en Twitter y no 7.4.

¿Por qué falacia? Por que en realidad el número que interesaría es el de cuantas activas, es decir, 2,480,000 (otra vez según él y con la atenuante de que “cuentas activas” se consideran aquellas que han tuiteado por lo menos una vez en los ÚLTIMOS 6 MESES)

Lo que Guillermo no sabía es que casi le sale el número, aunque no sepa cómo sacarlo. Si tomamos como válido el número de “cuentas activas”, el porcentaje de usuarios de internet en Twitter sería de 8.1. Casi le atina.

Lo grave del asunto es que el dato falso se ha expandido rápido en internet, generando incluso notas en portales de medios de comunicación “serios” que vuelven a exponer su ignorancia y falta de análisis y sentido crítico sobre el tema. A esta hora ya hay entrevistas pactadas en medios tradicionales.

Ya no digamos los retuits de sus paleros.

Y lo peor: si ese porcentaje no está correcto, y si hay tantos cuestionamientos y opacidad con su metodología, y nadie sabe cómo funciona su BriteSpark, imagínense cómo está el resto del estudio.

Es una lástima que en México solo tengamos ese nivel de “investigadores” y, por consecuencia, ese tipo de estudios sobre redes sociales.


Empresas de relaciones públicas, monitoreo de medios, diseño de páginas web y cualquier otra relacionada con la comunicación y el internet se baten en un duelo a muerte que podría denominarse “a ver quien engaña a más clientes”… o algo parecido.

Entre si son fans o son followers…

jueves, 10 de febrero de 2011

Ya se habían tardado.

Empresas de relaciones públicas, monitoreo de medios, diseño de páginas web y cualquier otra relacionada con la comunicación y el internet se baten en un duelo a muerte que podría denominarse “a ver quien engaña a más clientes”… o algo parecido.

Seducidos por el creciente mercado de las redes sociales, dichas empresas no quieren quedarse atrás en la búsqueda de un pedazo del pastel que representa la necesidad de otras empresas, políticos e instituciones públicas y privadas de iniciar/mantener/desarrollar/potenciar su comunicación en la red, en particular a través de las redes sociales.

Y charlatanes hay muchos. Aquí han venido varios. Y hablo de empresas de comunicación grandes, con un tiempo considerable en el medio y reconocimiento en otros terrenos.

Todos con un común denominador: sin experiencia, sin un solo caso ya no digamos de éxito, sino de constancia y bases sólidas en materia de estrategias de comunicación digital, pero con un lenguaje bien estudiado y dos o tres tecnicismos que apantallarían a cualquiera.

En todas las propuestas se nota la ausencia de conceptos como “interactividad”, “credibilidad”, “comunidad”, “ciberactivismo”, “propuestas de política pública en materia digital”. Algo que le dé sustento a una estrategia de comunicación digital y que sea efectiva en el tiempo.

Mucho menos una propuesta de análisis y monitoreo de datos que permita ajustar/mejorar/comparar una estrategia frente a la de los competidores. Nada. Ni un mínimo asomo de saber cómo insertar las redes sociales en una estrategia general de comunicación con objetivos claros y creíbles.

El rechazo a la política y a los políticos, particularmente en internet, hace necesario generar estrategias creativas, sólidas y con credibilidad que no solo mejoren la posición de tal o cual candidato, sino que contribuyan también a una mejor forma de hacer política y que abra los espacios necesarios para que la sociedad participe y se beneficie de ella.

“Te consigo 100 mil fans en un mes” o “¿Cuántos followers quieres?” es la mayor oferta.

Se acercan las elecciones presidenciales y estos “expertos” crecen como hongos, y andan muy campantes ofreciendo sus servicios, exhibiendo su desconocimiento y su falta de ética.

Les dejo una joyita. Tengan cuidado.

No diré el nombre de la empresa pero el diálogo fue más o menos así (E = Empresa, C = Cliente)

E.- Nosotros podemos ayudarte en tu estrategia de redes sociales, manejamos tus cuentas de Facebook y Twitter. Analizamos qué mensajes hay que poner. Si es necesario decir “buenos días” pues decimos “buenos días”. Conocemos bien el lenguaje de las redes sociales. Haríamos boletines de 140 caracteres. Nada de poner enlaces, nada de que te vayan a leer en tu página.

C.- ¿Y qué me ofreces?

E.- Pues mira, nosotros tenemos infraestructura para que todo lo que digas en tuiter sea retuiteado miles de veces.

C.- ¿Ah, sí? ¿Y cómo haces eso?

E.- Pues... la verdad, son robots. Bueno, un chavito que está detrás de la computadora y maneja más de 20 cuentas y le da RT a todo lo que tú dices.

C.- (fingiendo) ¿Y es así como debe hacerse?

E.- Claro, nosotros expertos. Es más, si tú me dices quiero 7 mil followers más, nosotros nos abocamos a eso.

C.- ¿Y en Facebook?

E.- Ahhh, en Facebook es más fácil. Ahí todos somos amiguitos.

C.- Oye, ¿Y haces manejo de bases de datos, generas comunidad?

E.- Por supuesto, hacemos una base de datos y luego les mandamos mails.

C.- ¿Y esto cuánto me cuesta?

E.- Pues depende lo que quieras…