El espejismo de los números en las campañas electorales… ¿2.0?

lunes, 9 de enero de 2012

La fiebre de las campañas federales de 2012 ha comenzado con mayor fuerza con el inicio del año.

La moda es examinar a los precandidatos en internet: cuántos fans, cuántos followers. Pero los números nublan la vista y nos llevan a análisis erróneos. Como errónea es la visión de querer ser “los primeros internet”: los que más tuitean, los que más fans tienen, los que más seguidores consiguen.

“Ganar en internet” no significa arrasar con los seguidores, ni tener más afiliados en nuestra fan page.

El análisis cuantitativo de las campañas en internet a mi parecer distraen de lo importante: una verdadera campaña electoral 2.0, que interactúe, que comunique (en dos vías), que haga política en la red.

Hacer una buena campaña 2.0 es activar offline a los partidarios y convencer a los indecisos comunicándose de manera bidireccional con ellos a través de las nuevas herramientas; abrir espacios de participación en la red para crear una agenda ciudadana que incluya a los no incluidos; espacios que le den poder al ciudadano para participar en la política; proponer una agenda de política pública digital y de TIC´s en materia de transparencia, e-gobierno, educación…

Porque la comunicación en redes sociales es, debe ser, esencia, contenido, “carnita”, interacción, comunicación política. Y nada de eso está reflejado en ninguno de esos “informes” (conteos, deberían llamarse).

Ni siquiera dan una idea del “pulso” de lo que está pasando en internet con los precandidatos presidenciales. A diferencia de las encuestas, al no ser representativos los usuarios de internet de la sociedad en general, el conteo de “cómo van los precandidatos en internet” no tiene ningún valor.

Los “observatorios” e “informes” sobre los precandidatos en internet son una tomadura de pelo.

Ni los fans ni los followers son votos.

Y lo más grave es que los equipos de campaña los están tomando en serio y se van a equivocar. Un mal análisis lleva a un mal planteamiento de los objetivos y, por ende, a una mala ejecución que da como resultado el fracaso.

Hace 3 años hablamos de por qué los partidos políticos fracasaron en sus campañas en internet.

Parece que a una elección de distancia se han aprendido pocas cosas del pasado y parece que en esta ocasión mucho tendrá que ver con los análisis cuantitativos, el espejismo de los números. Hay decenas de ejemplos de candidatos que “ganaron” en internet pero perdieron la elección.

No hay que perder el foco.